Cuando no se trata, la pérdida de audición afecta muchos aspectos de la vida de la persona:
- Comunicación y habla
- Cognición
- Educación y empleo: en los países en desarrollo, los niños con pérdida de audición y sordera rara vez son escolarizados. Asimismo, entre los adultos con pérdida de audición la tasa de desempleo es mucho más alta. Entre los que tienen un trabajo, el porcentaje de personas con pérdida de audición que ocupan puestos en las categorías más bajas es mayor que la media general de la fuerza de trabajo.
- Aislamiento social, soledad y estigma
- Consecuencias en la sociedad y la economía
- Años perdidos por discapacidad (APD) y años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD)
La OMS calcula que los casos desatendidos de pérdida de audición representan un coste mundial anual de 980 000 millones de dólares. Dicha cifra incluye los costes del sector sanitario (excluyendo el coste de los dispositivos de ayuda a la audición), los costes del apoyo educativo, la pérdida de productividad y los costes sociales. Más del 57% de esos costes se producen en países de ingresos bajos y medianos.
Prevención
Muchas de las causas que conducen a una pérdida de la audición pueden evitarse mediante estrategias de salud pública e intervenciones clínicas que se realicen a lo largo del curso de la vida.
Es fundamental prevenir la pérdida de audición a lo largo del curso de la vida, desde periodos prenatales y perinatales hasta edades avanzadas. En los niños, casi el 60% de la pérdida de audición se debe a causas evitables que pueden prevenirse aplicando medidas de salud pública. Del mismo modo, las causas más comunes de pérdida de audición en los adultos, como la exposición a sonidos fuertes y medicamentos ototóxicos, son evitables.
Para reducir la pérdida de audición en diferentes etapas del curso de la vida pueden aplicarse estrategias eficaces como:
- la vacunación,
- unas buenas prácticas de atención materna y de puericultura,
- el asesoramiento genético,
- la detección y el tratamiento de afecciones comunes del oído,
- programas de protección de la audición en el ámbito laboral, ante la exposición a ruidos y productos químicos,
- estrategias de escucha segura para reducir la exposición a sonidos fuertes en entornos de ocio, y
- el uso racional de medicamentos ototóxicos para prevenir la pérdida de audición.