El estudio publicado en la revista Communications Medicine sugiere que el oído es otra parte del cuerpo susceptible de infectarse con el SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19.
La OMS calcula que los casos desatendidos de pérdida de audición representan un coste mundial anual de 980 000 millones de dólares.
Aunque la persona puede verse expuesta a los factores que se indican a continuación en diferentes periodos de su vida, será más susceptible a los efectos de estos durante determinados periodos críticos.
Para 2050 está previsto que haya casi 2500 millones de personas con algún grado de pérdida de audición y que al menos 700 millones requieran rehabilitación.
¿Influyen nuestros hábitos alimenticios en nuestras posibilidades de perder audición? Todo parece indicar que, en cierta medida, sí.
Según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), más de 100 millones de personas en Europa se exponen cada día a unos niveles de ruido seriamente perjudiciales para su salud auditiva.
Todos los seres vivos tienen la capacidad de comunicar, es decir, intercambiar información con el fin de enviar o recibir un mensaje concreto.
¿Influyen nuestros hábitos alimenticios en nuestras posibilidades de perder audición? Todo parece indicar que, en cierta medida, sí.